LA PLANCHA


Una plancha es un electrodoméstico que sirve para alisar la ropa quitándole las arrugas. La plancha trabaja aflojando los vínculos entre las cadenas largas de moléculas de polímero que existen en las fibras del material. Las fibras se estiran y mantienen su nueva forma cuando se enfrían. Esto lo logra con calor, ya que funciona como una Resistencia calentadora con peso. Algunos materiales como el algodón requieren el empleo de agua para aflojar los lazos

La mayoría de las planchas modernas que se venden a los consumidores brindan las siguientes prestaciones (dependiendo de su precio):




Un depósito de agua dentro de la plancha (utilizado para generar vapor);

Un indicador que muestra la cantidad de agua que queda en el depósito;

Un termostato que asegura el mantenimiento constante de la temperatura;

Plataforma lateral en la plancha para mantenerla vertical de modo que la parte caliente no entre en contacto con las prendas o la tabla;

Un dial de control de temperatura que muestra las posibilidades de temperatura, generalmente mostrando tipos de prenda en lugar de grados de temperatura;

Dispositivo de vapor constante - envía vapor de forma regular a las prendas;

Dispositivo de control de cable - el punto en que el cable se junta a la plancha tiene un muelle para alejarlo de la vía de planchado en el momento en que se baja la plancha (previene incendios, es más conveniente, etc.)

Dispositivo de golpe de vapor - lanza un golpe de vapor a la prenda cuando el usuario aprieta un botón;

Control a través del dial de la cantidad de vapor que se quiere emitir de manera constante;

Control anti-quemado - si la plancha se deja sobre las prendas durante mucho rato, se desconecta automáticamente para evitar incendios;

Control de ahorro de energía - si la plancha se deja sin uso durante varios (10-15) minutos, se apaga para ahorrar energía y evitar incendios.

Recientemente se ha empezado a comercializar una variante de la plancha convencional denominada centro de planchado. Los centros de planchado son similares a las planchas, pero disponen de un calderín de agua independiente. Son más caros que las planchas, y tardan más desde que se enchufan hasta que se pueden empezar a utilizar. Sin embargo, pesan menos que las planchas llenas de agua y el chorro de vapor dura más tiempo. Por este motivo pueden compensar a aquellos usuarios que planchan grandes cantidades de ropa